Para
realizar esta dinámica nos fuimos al final de la clase y nos pusimos en
círculo. Teníamos que pensar en un aspecto
positivo sobre nosotros mismos y en una afición. Cuando todos ya lo tenían pensado, les sorprendí
diciéndoles que íbamos a hacer una telaraña
gigante. Todos se emocionaron. Las instrucciones eran: decir ‘Soy una persona… (simpática) y me
encanta/gusta … (cocinar)’ y a
continuación pasar el ovillo de lana a un compañero.
Una vez
acabada la tela de araña todos estábamos muy contentos del resultado y fue en
ese momento cuando les comenté lo importantes
que éramos todos y cada uno de nosotros para sostenerla
porque si uno falla y suelta el hilo todo se deshace.
La
intención era que los niños se dieran cuenta de que formamos un grupo en el que
la colaboración de cada uno es necesaria
y que si trabajamos todos juntos en
equipo podemos conseguir grandes cosas (como… ¡¡construir una telaraña
gigante!!). También trabajamos la autoestima ya que conseguimos que los
alumnos piensen en algo positivo de ellos mismos, que se miren por dentro
(algunos repetían lo que decían el resto pero la mayoría sí que reflexionó y
muchos dieron en el clavo encontrando un aspecto que los definían a la
perfección). Se conocen más entre ellos
y se dan cuenta de que todos tenemos algo positivo.
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