Gracias
al juego de la serpiente que preparó la profe Alba repasamos las tablas de multiplicar y nos lo pasamos genial.
En
un sobre teníamos unas tarjetas con las tablas escritas en diferentes
colores. Por
turnos, íbamos cogiéndolas. Si acertábamos desplazábamos nuestra ficha hasta la
casilla del mismo color que nuestra tarjeta. Si nos equivocábamos, nos quedábamos
donde estábamos.
Para asegurarnos de las respuestas, una persona (que iba
rotando) hacía de juez y podía mirar en la hoja de las tablas.
¡Fue
súper divertido! ¡Estamos deseando que llegue el día de volver a jugar a este juego!